Calçotadas en una casa rural
Te damos 3 consejos para organizar tu calçotada en una casa rural en Barcelona, Girona, Tarragona o Lleida.
¿Qué es el calçot?
Los calçots o cebolletas son una variedad de cebolletas, cebollas poco bulbosas y más suaves que se calzan a medida que crecen, y que se comen asados.
Sobre el origen del calçot hay varias versiones pero la más conocida es la que atribuye en Chat de Benaiges, un campesino que vivió en Valls a finales del siglo XIX, la invención de este cultivo. En Chat de Benaiges puso un par de brotes de cebollas al fuego y descubrió por azar un plato que a principios del siglo XX ya había convertido en habitual en muchos hogares de Valls.
¿Como cocinarlos?
Antes de cocer los calçots, se acortan las hojas más largas y se les corta un trozo de raíz. A continuación, y sin lavarlos ni quitarles la tierra, se ponen a la parrilla sobre llama viva (por ejemplo a la barbacoa), tradicionalmente de sarmientos de cepas. Una vez cocidos se envuelven con papel de periódico para que terminen de ablandarse y mantengan el calor. Se suelen servir todavía envueltos y puesto sobre una teja.
El menú de la calçotada
El primer plato del menú típico de calçotada son los calçots (normalmente entre 10 y 20 por persona), servidos en tejas para mantener la temperatura, con la salsa típica que los acompaña, la salvitxada o el romesco. Después se suele comer carne a la brasa con tostadas, acompañada de vino tinto o cava.
Los calçots se sirven tal como salen de la parrilla y hay pelarlos y mojar a la salsa. Desde hace unos años, sobre todo en los restaurantes, es costumbre de ponerse un babero para evitar mancharse la ropa, pero tradicionalmente esta prenda no se utilizaba. La temporada central es en los meses de febrero y marzo, aunque desde principios de invierno se empiezan a comer calçots.